Charlas educativas

Estoy enormemente agradecido a los docentes y alumnos de las instituciones que me estuvieron recibiendo con este proyecto. Hemos compartido un momento hablando de la diversidad biológica y las aves del pastizal pampeano, sus sonidos y las formas en que la tecnología nos puede acercar a la naturaleza a través del arte y de la experimentación sonora. Las escuelas secundarias Nro 28, Nro 320 y Escuela de Ciclo Básico Común de Bahía Blanca, Escuela Secundaria Nro 3 y Escuela de Educación Secundaria Agraria de Tornquist, Escuela Secundaria Nro 5 de Villa Ventana, Departamento de Biología, Bioquímica y Farmacia UNS, Taller Introductorio a las Ciencias Biológicas UNS, el grupo de Desarrolladores de Videojuegos de Bahía Blanca y los coordinadores del Festival Bahía[in]sonora. A todos ellos les agradezco por brindarme un espacio para compartir y seguir construyendo este proyecto.

MICA 2015

Luego de unas jornadas muy enriquecedoras en la edición 2015 del MICA, vuelvo con mucho entusiasmo para salir a capturar sonidos del pastizal y seguir produciendo. El MICA es el Mercado de Industrias Culturales de Argentina que reúne en un mismo espacio los sectores de artes escénicas, audiovisual, diseño, editorial, música y videojuegos de todo el país y la región.

http://mica.cultura.gob.ar/

Corto Audiovisual Loica Común

Corto audiovisual que realizamos junto con Angel Benatti (filmación y edición) y Nicolás Culotta (diseño y animación). El canto de la loica común (Sturnella loyca), intenso e inconfundible en el paisaje sonoro del pastizal pampeano, es el eje principal de este corto. Puede percibirse en reiteradas ocasiones cómo se suceden el macho y la hembra cantando en canon. Los diseños sonoros que acompañan a los logos animados también fueron construidos a través del procesamiento digital de los sonidos propios de esta especie. Todos los registros fueron llevados a cabo en locaciones circundantes a la ciudad de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

Bahía[in]sonora 2015

Este viernes 31 de Julio a partir de las 17:00 habrá una serie de charlas en el Museo MBA-MAC Bahía Blanca (Sarmiento 450)  en el marco del festival de arte sonoro y videoarte Bahía[in]sonora. Entre ellas, estaré participando con una charla que apunta a describir algunos fundamentos de este proyecto, pasando por aspectos generales de la bioacústica en aves, avifauna de nuestra región y algunas de las teorías que explican el origen evolutivo de las manifestaciones musicales en humanos y en aves. Al finalizar las charlas (18:30) se expondrán obras de artistas locales entre las cuales se expondrá «2959», obra compuesta con sonidos de loro barranquero (Cyanoliseus patagonus) que antecede a este proyecto y que impulsó su surgimiento.

El festival se extiende entre el viernes 31 y el domingo 2 habiendo actividades todas las jornadas en el Museo MBA-MAC de 17:00 a 20:00 y el concierto principal se llevará a cabo en el Teatro Municipal el domingo 2 a las 20:00. Es para mí una alegría inmensa ser parte de la edición 2015 del festival que cuenta con una gran trayectoria y que es coordinado por Ricardo de Armas, Nicolás Testoni, Raúl Minsburg con el auspicio del Instituto Cultural de la Ciudad de Bahía Blanca y el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.

Entrada libre y gratuita a todas las actividades ¡Imperdible!

Más información: https://www.facebook.com/BahiaInSonora

Flyer Bahiainsonora

Lechucita de las vizcacheras

La lechucita de las vizcacheras (Athene cunicularia) es un ave distribuida por prácticamente todo el continente americano, habitando en una gran variedad de ambientes y climas aunque ocupa preferentemente pastizales y zonas áridas. Se trata de un habitante típico de la región pampeana siendo la más pequeña de las lechuzas de nuestra zona. Es un ave que nidifica en cuevas que ella misma construye con sus garras excavando en el suelo y a menudo utiliza cuevas de vizcacha, donde a veces convive con otros animales. Presenta hábitos principalmente terrícolas, posándose en postes cerca de su cueva o directamente en el suelo, generalmente en grupos de dos o más individuos. Pertenece a un grupo de aves con hábitos principalmente crepusculares, aunque esta especie mantiene su actividad también durante el día. Apostada en algún sitio elevado la lechuza acecha el paso de posibles presas y comúnmente se la ve planeando entre postes de alambrado o cazando desde el suelo mediante vuelos cortos. Además de poseer una vista aguda, el sentido del oído se encuentra notablemente desarrollado en esta especie pudiendo oír niveles de intensidad muy bajos, inaudibles para el ser humano, lo cual le permite detectar a sus presas con precisión y rapidez. La densa capa de plumas que cubre su rostro chato funciona como una pantalla que evita la fuga del sonido, recibiendo las ondas sonoras que le llegan frontalmente y concentrándolas sobre sus oídos. Las plumas que se encuentran en el borde de sus alas tienen una conformación que reduce la turbulencia del aire durante el vuelo permitiendo un desplazamiento silencioso, lo cual evita alertar a sus presas y permite que su fino oído pueda detectarlas sin interferencias. En cuanto a su canto, produce un grito de alarma que utiliza para advertir posibles peligros a sus compañeros y también utiliza su vocalización para provocar la huida de algún roedor permitiéndole ubicarlo rápidamente en el suelo y cazarlo. Por otro lado, presenta una vocalización que tiene un rol fundamental en el cortejo sexual y en la defensa de su territorio. En la narrativa popular y en distintos pueblos de la cultura argentina, existen relatos que tienen que ver con esta especie y con frecuencia se la asocia con sentimientos de recelo, incomodidad y presagios funestos. Estas representaciones tendrían su origen en sus hábitos crepusculares, el vuelo silencioso que las hace aparecer como misteriosas sombras desplazándose en la oscuridad, su grito que sobresalta en el silencio de la noche, así como sus grandes ojos con los que observa fijamente. Sin embargo, se trata de un ave confiada que no representa un riesgo para el humano. La lechuza no huye del hombre sino que por el contrario se adapta con facilidad a su presencia y se ha convertido en un animal venerado en varias culturas sudamericanas. En nuestra región, es común observar esta especie en áreas naturales y rurales, en los costados de caminos pero también en bordes de ruta, rotondas y lotes baldíos en zonas urbanas.

Chingolo

El chingolo (Zonotrichia capensis) es un ave muy abundante y ampliamente distribuida en América del Sur, y además es reconocida y apreciada en el folklore de nuestro país. Se trata de un ave confiada y muy común de encontrar tanto en áreas naturales y rurales como en pueblos y ciudades, pudiendo habitar en ambientes muy diversos. Presenta un collar de color canela en el dorso y las plumas de la cabeza pueden formar un pequeño copete gris. Puede formar bandadas de cientos de individuos que se desplazan en conjunto, habitualmente junto a otras aves, sobre todo durante el invierno. Su nido es construido con pastos secos generalmente en una depresión del suelo protegido entre matas y arbustos. Pertenece a una familia de aves generalmente granívoras que presentan cantos muy variados y agradables. El canto del chingolo es sencillo pero de gran intensidad, conformado por tres silbos claros y agudos seguidos de un trino final. El canto es repetido a intervalos mientras el ave permanece posada y muchas veces en cada repetición el canto sufre pequeñas variaciones y fragmentaciones, conformando vocalizaciones parciales. Por otro lado, del mismo modo que sucede con los dialectos humanos, el canto del chingolo está sujeto a notables variaciones locales y regionales a lo largo de toda su distribución. El canto del chingolo puede oírse durante casi todo el año y llamativamente, con frecuencia se lo oye de noche. Sin ser tan doméstico como el gorrión, del cual puede distinguirse fácilmente por su canto y su collar canela, el chingolo puede observarse cerca del humano, frecuentando parques y jardines, aún en medio de la ciudad y poblados de la región.

Cachilo ceja amarilla

El cachilo ceja amarilla (Ammodramus humeralis) es un ave muy común en áreas rurales, pastizales y sabanas de la región. Se trata de un ave no muy conocida a pesar de que es confiado y muy conspicuo. Presenta una coloración modesta con una ceja blanca y amarilla y los hombros poseen manchas amarillas. Pertenece a una familia de aves generalmente gregarias, granívoras que poseen un canto agradable y muy variado. Es muy común encontrarlo posado en postes de alambrado, desde donde emite su canto delicado pero fácil de distinguir en el paisaje sonoro rural. El canto consiste en un gorjeo muy delicado seguido de una nota nasal y un suave trino final. Es un ave más bien terrícola ya que se desplaza sobre el pastizal posándose en sitios visibles bajos y construye su nido en el suelo con pastos. En nuestra región es común observar cachilos en los bordes de caminos vecinales en ambientes rurales, generalmente posados en alambrados donde pueden ser oídos fácilmente.

Leñatero

El leñatero (Anumbius annumbi) es un ave muy común en áreas rurales y pastizales de la región. Presenta una coloración parda, castaño en la frente y la garganta blanca bordeada de puntos negros. Su canto es poco melodioso pero de gran intensidad y es muy común que la hembra y el macho canten a dúo, como lo hacen otras especies de la familia a la que pertenece. El canto consiste en un repiqueteo de notas descendentes que repite de manera insistente desde un poste alto, alambrado o arbusto. Realizan vuelos débiles y cortos desplazándose entre distintas estructuras elevadas del terreno cerca de su nido. Su nombre se relaciona con que normalmente es visto acarreando ramas pequeñas y espinosas con las que construye su voluminoso nido, muy fácil de encontrar en postes elevados o en arbustos a mediana altura. En nuestra región, se encuentran leñateros en bordes de ruta, en ambientes rurales alejados de la ciudad, donde se pueden apreciar sus llamativos nidos y su canto recurrente.

Loica común

La loica común (Sturnella loyca) es un ave típica de pastizales y estepas de la región. Presenta un llamativo color rojo en el pecho y parte del vientre, así como una característica ceja blanca y roja en su inicio. Las plumas que se encuentran en el interior de sus alas son de color blanco y esto ayuda a distinguirla de otras especies similares. Pertenece a una familia de aves que generalmente son gregarias y muy sonoras. Posee un canto chillón de pocas notas con gorjeos, silbos y sonidos nasales, que lo emite posada en sitios expuestos a baja altura como postes de alambrados o arbustos. Su canto, poco melodioso, tiene una gran intensidad y se destaca en el paisaje sonoro de cualquier campo de la región, pudiendo oírse aún en los días más fríos del invierno mientras otras aves están más silenciosas. La hembra y el macho pueden acompañarse cantando en canon y, además del canto completo, producen una breve señal de alarma que emiten durante el vuelo o estando posadas. En los escritos del naturalista Hudson, él describe lo encantador que resulta encontrarse con una enorme bandada de estas aves en la monotonía de las llanuras pampeanas, gracias a que su contrastante pecho color «carmesí» tiene un efecto vigorizante sobre la mente. En nuestra región, podemos observar loicas comunes en campos y áreas naturales, así como también en los alrededores de la ciudad de Bahía Blanca, en sitios donde la vegetación dominante es el pastizal. La ruta 3 vieja, la ruta 35, el camino de la carrindanga y avenida Cabrera son algunos de los recorridos donde uno puede observarla y escuchar su canto.